En programación informática, una subrutina es una secuencia de instrucciones de programa que realizan una tarea específica, empaquetadas como una unidad. Esta unidad se puede utilizar en los programas siempre que sea necesario realizar esa tarea concreta. Los subprogramas pueden definirse dentro de los programas o por separado en bibliotecas que pueden ser utilizadas por varios programas. En distintos lenguajes de programación, una subrutina puede denominarse procedimiento, función, rutina, método o subprograma. A veces se utiliza el término genérico unidad invocable. Como sugiere el nombre subprograma, una subrutina se comporta de forma muy parecida a un programa informático que se utiliza como un paso en un programa más grande o en otro subprograma. A menudo, una subrutina se codifica de forma que pueda iniciarse (llamarse) varias veces y/o desde varios lugares durante una ejecución del programa, incluso desde otras subrutinas, y luego bifurcarse (volver) a la siguiente instrucción después de la llamada una vez que la tarea de la subrutina ha finalizado. Se atribuye a Maurice Wilkes, David Wheeler y Stanley Gill la invención de este concepto, que denominaron subrutina cerrada, en contraste con la subrutina abierta o macro. Las subrutinas son una poderosa herramienta de programación, y la sintaxis de muchos lenguajes de programación incluye soporte para escribirlas y utilizarlas. El uso juicioso de las subrutinas (por ejemplo, mediante el enfoque de programación estructurada) suele reducir sustancialmente el coste de desarrollo y mantenimiento de un programa grande, al tiempo que aumenta su calidad y fiabilidad. Las subrutinas, a menudo reunidas en bibliotecas, son un mecanismo importante para compartir e intercambiar software. La disciplina de la programación orientada a objetos se basa en objetos y métodos (que son subrutinas adjuntas a estos objetos o clases de objetos). En el método de compilación denominado código roscado, el programa ejecutable es básicamente una secuencia de llamadas a subrutinas.